El doctor Marín Padilla donará toda su colección científica al Ayuntamiento de Jumilla

Se lo ha comunicado esta mañana a la alcaldesa aprovechando que está pasando unos días en la ciudad con motivo del Certamen de Vinos

El profesor de anatomía patológica y de pediatría, Miguel Marín Padilla, va a donar al Ayuntamiento de Jumilla todo su archivo. Así se lo ha transmitido esta misma mañana a la alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola, en presencia de la concejala de Salubridad Pública, Lucía Jiménez, y del también profesor de anatomía patológica y jumillano, Guzmán Ortuño, que le acompañaba en esta nueva visita a la ciudad que le vio nacer hace 86 años. Asistir a la gala de entrega de premios del Certamen de Calidad de Vinos ha sido en esta ocasión el motivo de su visita.

La noticia de la donación de su legado significa que viajará a Jumilla toda su colección: "Lo hago en pago a lo que esta ciudad ha representado para mí durante toda mi vida", asegura el doctor Marín Padilla, que ha enumerado algunas de las cosas con las que cuenta: "Tengo 4.500 preparaciones de Golgi del cerebro humano, el microscopio que he utilizado durante toda mi vida, todos mis títulos, un libro que he escrito, así como varios estudios que me gustaría regalárselos a esta ciudad para que la organice un centro donde la investigación del cerebro humano pueda seguir adelante".

Por su parte, la alcaldesa ha manifestado que: "Se trata de una gran noticia, que me emociona. Me siento muy orgullosa de que alguien que vivió sus primeros 10 años de vida en Jumilla y que actualmente reside tan lejos, siempre nos lleve en el pensamiento y no deje de volver a esta tierra". Juana Guardiola le ha mostrado su agradecimiento y asegura que todavía no es capaz de valorar la gran importancia que tiene esta donación para Jumilla.

El neurocientífico del cerebro, Miguel Marín Padilla, nació en Jumilla, donde vivió durante diez años, hasta que su padre, un notario, fue trasladado a Córdoba. "Salí de aquí sin saber leer ni escribir, pero con mi cerebro lleno de incógnitas que había que resolver", relata. Estudió en la Facultad de Medicina de Granada. Le interesaba más el entendimiento de las enfermedades que los enfermos, por lo que dejó la consulta pediátrica en Cartagena, y en 1956, sin saber una palabra de inglés, se marchó a Nueva York. Empezó como interino en un hospital en New Jersey. Luego se especializa en patología pediátrica en Boston, en el Instituto Mallory, y de allí a Dartmouth. En 1989, le concedieron el premio de neurociencia más importante que se otorga en Estados Unidos: el Jacob Javits. Tardó un tiempo en creerse que era verdad, pensaba que se habían equivocado al comunicárselo.

Siempre ha trabajado con la mano, ayudado por una cuchilla de afeitar (siguiendo los métodos de Cajal) para realizar los cortes cerebrales, que tiñe después de fijarlos, en la plata. Así comienza a ver las neuronas en tres dimensiones, dentro del bloque, y cómo se comunican entre sí. Saber qué ocurre en el cerebro cuando se daña le ha llevado gran parte del tiempo de sus investigaciones. "No sabemos nada de alzheimer, epilepsia o autismo porque no estamos interpretando el cerebro como es en realidad: que está hecho al revés", asegura. Marín Padilla es, además, Hijo Predilecto de Jumilla y Medalla de Oro de la Región de Murcia.

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