Templarios de Jumilla: "El alcalde de Jumilla no autoriza que asustemos al diablo"

El Ayuntamiento de Jumilla, que preside el popular Enrique Jiménez, por medio de la Concejalía de Actividades y Ruidos Locales y Vía Pública, a cuyo frente está la concejal, también del Grupo Popular, Marina García Martínez, ha informado a la Asociación Templarios de Jumilla (ATJ) mediante escrito con salida del Registro General de Jumilla N° 5338 de fecha 19/07/2012 que, a la vista de la Ordenanza de Convivencia y Seguridad Ciudadana art. 6.1.f, y la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra ruidos, vibraciones y radiaciones, art. 37, recogiéndose en este último: "Con carácter general se prohíbe en vías y zonas públicas, el empleo de todo dispositivo sonoro con fines de propaganda, reclamo, aviso, distracción y análogas", por lo cual, la susodicha concejal, no autoriza a los templarios jumillanos a que procedamos al disparo de cohetes (22 con un período total del período de explosión de 44 segundos), tradición que se realiza desde 2003 "para asustar al diablo" marcando con ello las señales horarias en la vigilia que tendrá lugar el próximo domingo día 5 de agosto, de cero a 6 horas en la Ermita de San Agustín, morada de la virgen patrona.

Desde la Asociación Templarios de Jumilla vemos, sin, a nuestro modo de entender encontrar causa aparente que lo justifique, que desde el pasado año el nuevo gobierno popular, con mayoría absoluta, viene hostigando nuestras actividades en honor a la patrona, gobierno que ignoró el documento emitido por el Ayuntamiento de Jumilla en el que nos informaba como el 31 de julio 2011 la fecha prevista para el traslado de la imagen, y sin previo aviso se la llevaron el domingo anterior causándonos un grave perjuicio pues el cartel anuncio ya estaba impreso.

Ni qué decir, que la fecha del traslado de la patrona viene dada por el calendario canónico, algo que nos viene en herencia y tradición, de generación en generación, como un valor nato de nuestro pueblo que nos distingue cultural y religiosamente ante los demás. A la vista de este comportamiento deducimos que en Jumilla no solamente no se permiten los disparos de cohetes, si no que todo lo que se desprende de la mentada ordenanza, por tanto, ni arcabucería, cornetas, tambores, chupinazos, en definitiva: alegría, con la falta que nos hace.

Francamente, no entendemos a nuestro alcalde máxime cuando se alía con el diablo impidiendo que lo asustemos y dándole cuerda para que campe a sus anchas por Jumilla, convirtiéndola en ciudad sanatorio de las poderosas fuerzas del mal, por ello, ahora más que nunca, rezaremos a la Virgen para que proteja, guíe y conduzca por el recto camino a nuestro alcalde popular Enrique Jiménez.

Josep Tomás i Galea
Presidente de la Asociación Templarios de Jumilla

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