Con el Vía Crucis del Viernes de Dolores, se iniciaba en Jumilla la Semana Santa, primera y principal fiesta de las que se celebran en la localidad, avalada por su tradición, riqueza artística y más de cuatro siglos de desfiles.
La Bajada del Cristo Amarrado a la Columna para su participación en la Semana Santa, es uno de los actos más destacados, que se lleva desarrollando en el municipio desde 1848. En la tarde de Domingo de Ramos, la venerada imagen, es portada a hombros desde el Convento franciscano de Santa Ana hasta la Iglesia Mayor de Santiago, donde permanecerá hasta el segundo domingo de mayo, para ser procesionada en la Semana Santa de Jumilla.
Cientos de jumillanos y jumillanas, acompañaron la imagen desde su salida del Monasterio hasta la Ermita de San Agustín, donde las autoridades religiosas y civiles, entre ellos el alcalde, y los miembros de la corporación municipal, la recibieron para acompañarla en procesión hasta la Iglesia de Santiago.
Por la mañana, la procesión de las Palmas, propia de Domingo de Ramos, llenó de tradición las calles de Jumilla, con cientos de niños y niñas acompañaron con palmas y olivos, la escenificación de la entrada a Jerusalén de Jesús y sus Apóstoles.
Por otra parte, el sábado por la noche, tenía lugar la "Tamborada de la Burrica", en la que las túnicas moradas de la Asociación de Tambores Cristo de la Sangre, teñían las calles de Jumilla, desde la Parroquia de San Juan, hasta la Plaza Arriba, donde los toques de tambores hicieron vibrar la noche de Jumilla.
Da comienzo así la Semana de Pasión en Jumilla, una semana cargada de eventos en la que la tradición, devoción y cultura se dan la mano, en la fiesta reconocida como de Interés Turístico Nacional.