La ley permite al Ayuntamiento pedir una revisión de los valores catastrales siempre que se justifique el motivo al Ministerio de Hacienda. La explicación es clara: el abaratamiento de la vivienda en los últimos años, donde el precio disminuyó drásticamente por la caída de las ventas y la crisis inmobiliaria.
Estos hechos tienen como resultado que la mayoría de contribuyentes paguen un precio mayor que el debido por sus recibos del IBI (Impuesto de Bienes e Inmuebles). Indican que el valor catastral que se puede ver en los recibos no puede superar el 50% del valor de mercado, el valor medio por el que venderían las viviendas actualmente.
En IU-Verdes apoyan una revisión catastral que permita ajustar estos valores a la realidad, pero el PP rechazó la propuesta hace ya 2 años, por lo que desde 2012 se podría haber solventado esta situación si el Equipo de Gobierno hubiera querido.
Uno de los argumentos que el PP utilizó para rechazar la revisión fue la alta carga de préstamos a los que el Ayuntamiento debe hacer frente, pero desde IU-Verdes consideran que ese dinero debe proceder de un ahorro por una buena gestión en otros temas, en lugar de sangrar el bolsillo de las personas.
Explican que la última revisión catastral fue en 2005, por lo que los precios de los inmuebles no se corresponden con la realidad actual. Además el recibo sube año tras año, teniendo como cuota más alta la del ejercicio actual. Adelantan que en el año 2015 debería revisarse esta situación, pero no tienen ninguna seguridad de que esto se haga si el Ayuntamiento no lo solicita ya de forma urgente.
Califican las cantidades actuales del valor catastral de desproporcionadas y fuera de mercado, donde los jumillanos y jumillanas que pagan los recibos son los grandes perjudicados.
Critican la política seguida por el PP, que conociendo que los precios son excesivos injustos y desorbitados, rechazaron la propuesta de IU-Verdes de revisarlos. Con esta decisión han permitido que los habitantes de Jumilla paguen unos impuestos más elevados durante estos últimos años, perjudicando así los bolsillos de todos y todas.