Ramón Gaya pintor y escritor español nacido en Murcia.
Su padre, litógrafo de profesión, lo introdujo en el mundo de la pintura.
Admirador del cubismo de Picasso al principio y de Velázquez, Tiziano o Van Gogh más tarde, con 17 años expuso en París.
En la Segunda República, realizó decorados para obras de teatro de García Lorca y participó en el Pabellón de España en la Exposición Universal de París.
Tras la Guerra Civil, se exilió en Francia hasta 1952, cuando emprendió viaje a México.
En éste país se enfrentó con Diego Rivera, mientras se relacionaba con artistas como Octavio Paz o Xavier Villaurrutia.
En 1956, regresó a Europa y se instaló en Italia.
Para él, Venecia era la capital de la pintura.
Italia le sirvió de puente hacia su país natal, al que volvió en la década de los sesenta.
Fue amigo del escritor Jorge Guillén y de buena parte de la Generación del 27, con los que compartió el camino de la tradición y un cierto rechazo a la vertiente superficial de la modernidad.
Gaya, apasionado de la obra de Velázquez, se consideró asimismo un artista desarraigado y nunca siguió los dictados de la moda.
Contemplar un cuadro de Gaya es sumergirse en un apasionante pulso con la luz, en un continuo juego de colores y luminosidades en el que la forma es sólo insinuación, la captación de la esencia íntima de los pequeños objetos.
Como dijo él mismo en uno de sus versos: “Pintura no es hacer: es sacrificio, es quitar, desnudar, y trazo a trazo, el alma irá acudiendo sin trabajo." La Asociación Templarios de Jumilla, por gentileza de la Fundación Cajamurcia, y el Museo Ramón Gaya, en nuestro afán del cultivar el conocimiento, a dos internos del Centro Penitenciario Castellón II, con un ejemplar "Pintar la orilla de un abismo con tu mano" un estudio sobre la obra del insigne pintor, y otro ejemplar de "El silencio del arte" que versa sobre los temas religiosos que Ramón Gaya plasmó en sus lienzos a lo largo de su fructífera vida, hemos querido reforzar el esfuerzo y dedicación a la pintura de estos dos internos cuyas obras han merecido la máxima puntuación del Jurado.
Ambos ejemplares se suman a dos packs, de 60 rotuladores cada uno, como primeros premios del Premio Nacional Presos de las Bellas Artes y Artesanía 2014 en la disciplina rotulador que los internos en dicho centro penitenciario "T.P.", y ".BW." han merecido por su excelente trabajo.