La mariposa más grande de Europa y un pebetero ibérico con forma de hombre son las piezas destacadas del trimestre en los Museos Una pareja de Mariposas de Alas de Pájaro Goliat se expone este trimestre en el Museo de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza, y un pebetero cuya particularidad es su forma de hombre en el de Arqueología Dentro de las actividades de promoción del patrimonio cultural de Jumilla, el Museo Municipal Jerónimo Molina, en sus dos secciones de Etnografía y Arqueología, han organizado como es habitual, la presentación de las dos piezas del trimestre, en esta ocasión, con la especie de mariposas más grandes de Europa, y con un pebetero de la época íbera.
Por un lado, en el Museo de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza se presentaba una pareja de Mariposas de Alas de Pájaro Goliat, por el director del Museo, Cayetano Herrero, el conservador del área de entomología, Francisco Lencina, y el Jefe de Cultura, Andrés Martínez.
Se trata de dos ejemplares muy destacados, ya que esta especie es la mariposa voladora de día de mayor tamaño de Europa.
El macho y la hembra son especies muy diferentes, y pueden alcanzar un diámetro de 28 centímetros.
Estas dos mariposas pertenecen a la colección de Francisco González López, y fueron conseguidas en el año 1.968, por un intercambio con el Brithis Museum Natural History de Londres.
Por otra parte, en el Museo de Arqueología, tenía lugar la presentación de la pieza de esta sección, a cargo del director, Emiliano Hernández y el Jefe de Cultura, Andrés Martínez.
Según explicó el director, para este trimestre en el museo se destacará un pebetero de la época ibérica, cuya particularidad es su forma de hombre.
Estas piezas por lo general tienen siempre forma de mujer, pues representan a la Diosa Madre, la creadora de la vida, es decir, la Deméter griega o la Tánit púnica.
La pieza de Jumilla, destaca porque se aparta de la generalidad de estas representaciones, con una figura masculina, como denotan las incisiones de la barba, el peinado con tonsura y el manto terciado que lo cubre, elementos propios del hombre ibérico.
Este ejemplar se encontró en el depósito de ofrendas del Santuario de Coimbra del Barranco Ancho, en el 1993, y como dato curioso, explicó el director del museo, que el culto a la diosa Tánit, continuó en la zona, a través de la advocación a la Abuela Santa Ana.