El artesano del esparto, Francisco Jiménez Molina, volvió a deleitar este fin de semana con sus conocimientos sobre la materia ofreciendo un taller en el que la historia y las formas de trabajar con este material son protagonistas. Se llevó a cabo en la sala del esparto de la sección de etnografía del Museo Municipal Jerónimo Molina de Jumilla y esta vez fueron 15 personas las que se interesaron por esta labor artesanal que tanta importancia tuvo para la economía de la localidad hasta la mitad del pasado siglo XX.
Los alumnos tuvieron la oportunidad de trabajar en guitas, cinchos, pleitas y los más avanzados en alguna pequeña pieza, ya que algunos de ellos ya contaban con algo de destreza al haber participado en otros talleres anteriores. Francisco Jiménez asegura que todo el mundo puede aprender a realizar cualquier tipo de pieza por elaborada que sea, pero que hace falta mucha paciencia y dedicación para poder conseguirlo.
El esparto fue una industria floreciente desde el siglo XIX y hasta la mitad del XX y gracias a que abundaba en los montes de la localidad, que son en su mayoría propiedad municipal desde el siglo XIV, Jumilla vivió un período de gran desarrollo económico. Sin embargo, en la actualidad ha quedado con una labor artesanal con la que, según el artesano Francisco Jiménez, "ya no se puede vivir", aunque él, a sus más de 80 años, incide en que no se pierda a base de transmitir sus conocimientos a través de cursos y talleres. Ha recibido diferentes reconocimientos por su labor tanto en Jumilla como en Murcia.