A las cero horas del domingo tres de agosto del año en curso dará comienzo la doceava edición de la Guardia Templaria a la Virgen patrona de Jumilla, la Asunción, en la ermita de San Agustín (s.XVI) del municipio murciano famoso por el temple de sus vinos.
El evento, organizado por la Asociación Templarios de Jumilla (ATJ), se enmarca en los actos conmemorativos de la XI Cruzada Cultural de la bailía Templaria de Jumilla, un compendio anual de actividades culturales, religiosas y lúdicas que los milites Christi de la localidad, que bajo la consigna: "Por Nuestra Señora" desarrollan tanto en el municipio como fuera de el y Región, en observancia y cumplimiento del contenido de las Actas Capitulares del Concejo de la Villa de Jumilla, documentos originales fechados en 1614, 1615 y 1616 que se custodian en el Archivo Municipal.
Una treintena de banderas constitucionales enviadas por las alcaldías presidencias de los municipios murcianos forman, desde 2003, la Guardia de Honor a la Virgen, mientras que escudos de la Orden del Temple y caballería se exhibirán en la fachada principal del inmueble, todo ello puesto boca abajo en señal de protesta contra el ayuntamiento por no autorizar la apertura de puertas de la ermita, de propiedad municipal, para que el pueblo, peregrinos y visitantes puedan acceder al inmueble calificado por los templarios como "la capilla Sixtina de los jumillanos".
Una fotografía de la Santísima Virgen María de la Asunción, tomada antes de la Guerra Civil española del 1936, cuando quemaron la imagen original, presidirá la guardia, acompañada por la calavera, y lucernario mientras que los milites Christi asustarán al diablo al estruendo de la pólvora lanzando sus cohetes.
Sequillos, repostería autóctona jumillana, de reminiscencia de la Jumilla musulmana, y vino dulce de la bailía puesto a refrescar, será el alimento al peregrino que en el transcurso de la velada obsequiarán estos Soldados de Dios en la Jumilla del siglo XXI entre poemas a la virgen, oración de fuerza y el silencio y meditación que caracteriza a este singular y tradicional agasajo a la virgen que se rige por el calendario Canónico.