La gestión que se ha hecho con la Ordenanza de mesas y sillas sólo ha servido para hacer oposición al gobierno anterior y para generar malestar en el colectivo de los baristas.
El Pleno ordinario celebrado el pasado lunes dejaba de manifiesto nuevamente que el gobierno socialista lleva a la deriva al Ayuntamiento de Jumilla.
La gestión económica municipal deja, en lo que va de año, más de 30 irregularidades puestas de manifiesto por técnicos municipales. Un total de ocho expedientes de reconocimiento extrajudiciales de crédito fueron aprobados en el Pleno ordinario, sumados a los ya aprobados en lo que va de año, son más de 30 los expedientes de este tipo que cuentan con reparo de la intervención municipal. Entre los expedientes debatidos algunas situaciones dejan clara la irresponsabilidad de los actuales "gestores", que están provocando por su dejadez que haya empresas, proveedores del Ayuntamiento que tardan ya más de 1 año en cobrar por sus servicios, recordando así la gestión de anteriores gobiernos socialistas.
Falta de previsión y de responsabilidad también puestos de manifiesto en la gestión, por ejemplo, de una actuación de Feria, cuya factura tuvo que ser aprobada el lunes en el Pleno porque la concejala de Festejos, obvió, con dos informes en contra, la tramitación que debía haberse seguido en este caso. Situación provocada por la incompetencia del equipo de gobierno, que, a pesar de haber tenido que correr en marzo, para evitar que una factura similar, por una actuación en el Teatro Vico, fuera a Pleno , no han tenido ni la diligencia ni el saber hacer, para evitar esta situación.
Durante el Pleno también quedó clara la falta de proyecto para Jumilla de un gobierno preocupado en la foto más que en la gestión. Es inadmisible que la gestión que se ha hecho con la ordenanza de mesas y sillas sólo haya servido para hacer oposición al gobierno anterior y también, para generar malestar en el colectivo de los baristas de la localidad, que han visto como las promesas de mejora de la situación han quedado huecas.
Un gobierno de quita y pon, como las banderas que tal y como informaba el concejal de servicios, sólo se colocan en fiestas, al término de las mismas se retiran. Y es que la alcaldesa socialista, que cobra 4.000 euros al mes, no es capaz de votar a favor de las iniciativas del Grupo Municipal del Partido Popular, para luego, acogerse a ellas para ejecutarlas. Situación que ya es habitual en la actual legislatura, y es que, ahora el PSOE propone acometer inversiones de mejora en el Polideportivo cuando hace unos meses fue este Grupo Municipal el que lo proponía.
El Pleno debatía dos mociones presentadas por el Grupo Popular, una de adhesión al decálogo de buenas prácticas de la OMEP, convertida en moción conjunta. Y otra destinada a habilitar con wifi todas las aulas de estudio municipales así como a ampliar el horario de apertura de las mismas, en esta última, el gobierno local sólo se abstuvo.