Agricultura ha llevado a cabo el llenado de balsas pluviales para reducir los daños de la fauna a los cultivos de la zona

Durante los meses de abril y mayo se han llenado las balsas del Gaitán y del Gamellón y se ha trabajado en el acondicionamiento de vertientes que llevaban abandonadas décadas

Ante la excepcional y extrema situación de sequía que se vive actualmente, tal y como ha informado el concejal de Agricultura, Antonio Pérez, desde esta concejalía se han llevado a cabo actuaciones y trabajos con medios propios por parte del equipo de trabajo y la maquinaria del arreglo de caminos del Ayuntamiento.

En primer lugar, con el objetivo de paliar lo máximo posible la sed de la fauna y de este modo, minimizar los daños provocados por la fauna de la zona que atacan los cultivos debido a la sed que sufren en estos tiempos de sequía. Con este llenado de balsas pluviales, que históricamente han tenido agua, se van a reducir considerablemente los daños provocados en cultivos leñosos y cereal de la zona.

Según ha informado el concejal del área: "estas actuaciones funcionan muy bien, ya que se han visto minimizados los daños de los cultivos cercanos, y además, se aprecian distintas huellas de diversas especies que se acercan a las balsas a beber agua y refrescarse".

Estas acciones se han llevado a cabo en la balsa del Gamellón y en la balsa del Gaitán, donde se han vertido un total de 75.000 litros de agua apta para el consumo entre los meses de abril y mayo.

Simultáneamente a este llenado de balsas pluviales, también se han realizado diferentes trabajos en la zona, que han consistido en el acondicionamiento y arreglo de las vertientes de las balsas pluviales de las casas del Cenajo, así como acondicionado también las vertientes de la Casa Colorada, de la balsa de la Casa de los Cerrillares, Barahonda y el embalse del Gamellón.

Estos arreglos han estado centrados en realizar cunetas de mayor capacidad y la limpieza de las mismas, ya que, según ha detallado el concejal Antonio Pérez: "Muchas de estas vertientes se encontraban abandonadas durante décadas, impidiendo el paso del agua por sus cauces para llegar a las balsas pluviales, y sumado a las escasas precipitaciones era prácticamente imposible la recogida de agua en las balsas".

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